La iluminación no es un detalle decorativo. Es parte esencial del diseño.

Uno de los errores más comunes al reformar una vivienda es dejar la iluminación para el final. Elegir lámparas bonitas y pensar que con eso basta. Pero la realidad es que una buena planificación lumínica marca la diferencia entre una casa funcional y una casa incómoda.

En Aljarafe Obras, lo vemos a diario: espacios bien diseñados que no terminan de funcionar simplemente porque no se ha pensado en la luz.

¿Por qué es tan importante?

1. La luz define el ambiente
Una iluminación bien elegida puede hacer que un espacio se perciba más amplio, más limpio y mucho más acogedor. Una luz mal ubicada o mal escogida, en cambio, puede restar valor a todo lo que has invertido en materiales, mobiliario y acabados.

2. No existe una única luz para todo
La clave está en la combinación:
• Luz general: uniforme, para moverse con seguridad.
• Luz puntual: pensada para actividades concretas como cocinar, leer o maquillarse.
• Luz ambiental: crea atmósferas, añade confort y evita zonas oscuras.

3. La temperatura de color es decisiva
No es lo mismo iluminar un dormitorio que una cocina.
• Luz cálida (2700K – 3000K): para zonas de descanso y relajación.
• Luz neutra (4000K): para espacios donde se necesita buena visibilidad sin perder calidez, como baños o cocinas.

4. La iluminación natural es tu mejor aliada
Maximizar la entrada de luz natural y distribuirla bien en el espacio es siempre la mejor opción. En reformas, abrir huecos, utilizar materiales reflectantes o jugar con espejos son estrategias que siempre funcionan.

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Conclusión: si vas a reformar, no dejes la iluminación para el final. Planifícala desde el principio, como una parte más del diseño funcional de tu vivienda.

Y si necesitas ayuda para hacerlo bien desde el principio, en Aljarafe Obras estamos aquí para acompañarte, asesorarte y ejecutar tu proyecto con sentido común y criterio técnico.